Este artículo es una traducción completa al español del artículo publicado por Richard Stallman el 12 de Abril en el blog de la Fundación del Software Libre.
Desde mi adolescencia, sentí como si hubiera una cortina transparente que me separara de otras personas de mi edad.
Entendí las palabras de sus conversaciones, pero no pude comprender por qué dijeron lo que hicieron. Mucho después me di cuenta de que no entendía las señales sutiles a las que respondían otras personas.
Más adelante en la vida, descubrí que algunas personas tenían reacciones negativas a mi comportamiento, de las que ni siquiera sabía.
Teniendo la tendencia a ser directo y honesto con mis pensamientos, a veces incomodaba a los demás o incluso los ofendía, especialmente a las mujeres.
Esta no era una elección: no entendía el problema lo suficiente como para saber qué opciones había.
A veces perdía los estribos porque no tenía las habilidades sociales para evitarlo. Algunas personas podrían hacer frente a esto; otros resultaron heridos.
Les pido disculpas a cada uno de ellos. Por favor, dirija sus críticas a mí, no a la Free Software Foundation .
De vez en cuando aprendí algo sobre las relaciones y las habilidades sociales, así que a lo largo de los años he encontrado formas de mejorar en estas situaciones.
Cuando las personas me ayudan a comprender un aspecto de lo que salió mal y eso me muestra una forma de tratar mejor a las personas, me enseño a reconocer cuándo debo actuar de esa manera. Sigo haciendo ese esfuerzo y con el tiempo mejoro.
Algunos me han descrito como “sordo a los tonos” (“incapaz de diferenciar matices de ciertas situaciones¿”) y eso es justo. Con mi dificultad para comprender las señales sociales, eso tiende a suceder.
Por ejemplo, defendí al profesor Minsky en una lista de correos del MIT después de que alguien llegara a la conclusión de que era tan culpable como Jeffrey Epstein.
Para mi sorpresa, algunos pensaron que mi mensaje defendía a Epstein.
Como dije anteriormente, Epstein es un violador en serie y los violadores deben ser castigados; deseo que sus víctimas y los perjudicados por él reciban justicia.
Las acusaciones falsas, reales o imaginarias, contra mí o contra otros, especialmente me enfurecen.
Conocía a Minsky solamente desde la distancia, pero verlo acusado injustamente me hizo saltar en su defensa. Lo habría hecho por cualquiera.
La brutalidad policial me enoja, pero cuando los policías mienten después sobre sus víctimas; esa falsa acusación, es la máxima indignación para mí.
Condeno el racismo y el sexismo, incluidas sus formas sistémicas, así que cuando la gente dice que no lo hago, eso también me duele.
Estuvo bien para mí, el hablar sobre la injusticia hacia Minsky. Pero fui un sordo, al no ser capaz de reconocer el contexto de la injusticia que Epstein le hizo a las mujeres o el dolor que causó.
He aprendido algo de esto sobre cómo ser amable con las personas que han sido lastimadas.
En el futuro, todo esto me ayudará a ser amable con las personas y a considerar sus situaciones; eso es, exactamente lo que espero hacer.
Fuente: FSF bajo licencia Creative Commons 3.0