Un banco zombi es una institución financiera insolvente que es capaz de seguir funcionando gracias al apoyo explícito o implícito del gobierno.
¿Qué es un banco zombie?
- Un banco zombi es una institución financiera insolvente que es capaz de seguir funcionando gracias al apoyo explícito o implícito del gobierno.
- Los bancos zombis se mantienen a flote para evitar que el pánico se extienda a los bancos más sanos.
- El término banco zombi fue acuñado por primera vez por Edward Kane del Boston College en 1987, en referencia a la crisis de ahorro y préstamo (S&L).
- Restaurar la salud de los bancos zombis puede costar cientos de miles de millones de dólares, afectar el crecimiento económico e impedir que los inversores busquen mejores oportunidades en otros lugares.
Entendiendo los bancos zombies
Los bancos zombis tienen grandes cantidades de activos improductivos en sus balances y se mantienen a flote para evitar que el pánico se extienda a los bancos más sanos. Normalmente, un banco que opera con pérdidas significativas eventualmente se verá obligado a declararse en quiebra, momento en el cual sus activos se venderán para pagar tantas deudas como sea posible. Eso es a menos que sean rescatados por los gobiernos.
Los bancos zombis son criaturas de la represión financiera. Cuando los préstamos van mal, se produce una fuga de capitales y el valor de los activos se desploma, los bancos centrales a veces deciden mantener a los bancos, corporaciones y hogares agobiados por deudas con soporte vital en lugar de permitir que la naturaleza siga su curso y la destrucción creativa haga su trabajo.
Anteriormente, se dejaba morir a los bancos. La intervención del gobierno salió a la luz más tarde, cuando quedó claro que las instituciones financieras en dificultades incitaban al pánico. Los formuladores de políticas querían evitar que los más sanos quedaran atrapados en el fuego cruzado y decidieron tomar medidas. Desde entonces, se han avivado los debates sobre cuándo es el momento adecuado para desconectar. Los gobiernos podrían disponer la creación de un banco malo para comprar préstamos incobrables y activos ilíquidos de una institución en quiebra.
El término banco zombi fue acuñado por primera vez por Edward Kane del Boston College en 1987 en referencia a la crisis de ahorro y préstamo. Las pérdidas de las hipotecas comerciales amenazaron con acabar con las instituciones de ahorro y préstamo. En lugar de dejarlos hundirse, las autoridades permitieron que muchos de ellos siguieran en el negocio.
Esperaban que mantenerlos a flote daría sus frutos si el mercado se recuperaba. Al final, las autoridades abandonaron esta estrategia, cuando las pérdidas de los zombis se triplicaron.
Cerrar bancos en dificultades puede provocar un pánico generalizado. Sin embargo, la evidencia muestra que permitirles continuar operando también conlleva varios inconvenientes. Restaurar la salud de los bancos puede costar cientos de miles de millones de dólares y afectar el crecimiento económico.
Al no liquidar los bancos zombis , el capital de los inversores queda atrapado, en lugar de darle un uso más productivo. Además, en lugar de fortalecer empresas sanas y apoyar la recuperación económica, los bancos zombis apuntalan a corporaciones en descomposición. Al distorsionar los mecanismos del mercado, la consiguiente mala asignación de recursos debilita todo el sistema financiero.