La destrucción creativa es el desmantelamiento de prácticas de larga data para dar paso a la innovación y se considera una fuerza impulsora del capitalismo.
CONCLUSIONES CLAVE
- La destrucción creativa describe el desmantelamiento deliberado de procesos establecidos para dar paso a mejores métodos de producción.
- La destrucción creativa se usa con mayor frecuencia para describir tecnologías disruptivas como los ferrocarriles o, en nuestro tiempo, Internet.
- El término fue acuñado a principios de la década de 1940 por el economista Joseph Schumpeter, quien observó ejemplos reales de destrucción creativa, como la línea de montaje de Henry Ford.
Comprender la destrucción creativa
El término destrucción creativa fue acuñado por primera vez por el economista austriaco Joseph Schumpeter en 1942. Schumpeter caracterizó la destrucción creativa como innovaciones en el proceso de fabricación que aumentan la productividad, describiéndola como el “proceso de mutación industrial que revoluciona incesantemente la estructura económica desde adentro, destruyendo incesantemente el viejo, creando incesantemente uno nuevo”.
Básicamente, la teoría de la destrucción creativa asume que los arreglos y suposiciones de larga data deben destruirse para liberar recursos y energía que se utilizarán para la innovación. Para Schumpeter, el desarrollo económico es el resultado natural de las fuerzas internas del mercado y es creado por la oportunidad de buscar ganancias.
La teoría de la destrucción creativa trata la economía como un proceso orgánico y dinámico. Esto contrasta fuertemente con los modelos matemáticos estáticos de la economía tradicional de la tradición de Cambridge. El equilibrio ya no es el objetivo final de los procesos de mercado. En cambio, muchas dinámicas fluctuantes se modifican o reemplazan constantemente por la innovación y la competencia.
Como implica la palabra destrucción, el proceso inevitablemente tiene como resultado perdedores y ganadores. Los productores y trabajadores comprometidos con la tecnología anterior quedarán varados. Mientras tanto, los empresarios y trabajadores de las nuevas tecnologías inevitablemente crearán desequilibrio y resaltarán nuevas oportunidades de ganancias.
Al describir la destrucción creativa, Schumpeter no la respaldaba necesariamente. De hecho, se considera que su obra está fuertemente influenciada por El Manifiesto Comunista , el panfleto de Karl Marx y Friedrich Engels que condenaba a la burguesía por su “constante revolución de la producción [y] perturbación ininterrumpida de todas las condiciones sociales”.
Ejemplos de destrucción creativa
Los ejemplos de destrucción creativa en la historia incluyen la línea de ensamblaje de Henry Ford y cómo revolucionó la industria de fabricación de automóviles. Sin embargo, también desplazó a los mercados más antiguos y obligó a muchos trabajadores a quedarse sin trabajo.
Internet es quizás el ejemplo más completo de destrucción creativa, en el que los perdedores no solo fueron los empleados de tiendas minoristas y sus empleadores, sino también los cajeros bancarios, las secretarias y los agentes de viajes. Internet móvil sumó muchos más perdedores, desde taxistas hasta cartógrafos.
Los ganadores, más allá del ejemplo obvio de los programadores, podrían ser igual de numerosos. Internet puso patas arriba la industria del entretenimiento, pero su necesidad de talento creativo y productos sigue siendo la misma o mayor. Internet destruyó muchas pequeñas empresas, pero creó muchas nuevas en línea.
El punto, como señaló Schumpeter, es que un proceso evolutivo recompensa las mejoras e innovaciones y castiga las formas menos eficientes de organizar los recursos. La línea de tendencia es hacia el progreso, el crecimiento y estándares de vida más altos en general.