Samsung la apuesta en los Estados Unidos. Justo antes de que los legisladores locales votaran el proyecto de ley CHIPS Act que ofrece incentivos y subsidios para los inversionistas en la industria de semiconductores de Estados Unidos, el fabricante surcoreano presentó una propuesta para construir 11 fábricas de chips en los próximos 20 años con un costo total de 200 mil millones de dólares.
Se sabe que el gigante tecnológico solicitó 11 permisos de construcción en Texas, basándose en incentivos fiscales.
La compañía ha ampliado sus planes mucho más allá de un proyecto en curso de 17 mil millones de dólares con una planta que ya está en construcción cerca de Austin, la capital de Texas.
La primera de las 11 plantas se construirá junto a una planta existente en la ciudad local de Taylor y otras 10 se construirán en el condado de Williamson, cada una con un costo de entre 12 mil millones de dólares a 21,5 mil millones de dólares.
Se construirían un total de al menos 10.000 empleados trabajando en esas plantas. A juzgar por los documentos presentados, la primera de las 11 plantas está programada para comenzar a operar en 2034 y la última compañía se prepara para abrir a principios de la década de 2040.
La noticia de los planes de construcción se produjo justo antes de que el Senado de los EE. UU. votaran un proyecto de ley que proporcionaría 50 mil millones de dólares en subsidios para los actores de la industria de semiconductores.
Intel ha sido el mayor partidario de la iniciativa, vinculando la probable aprobación de la ley a su propia intención de gastar miles de millones en la construcción de fábricas en Arizona y Ohio.
El audaz plan de Samsung podría tener algunas fallas: La fabricación de semiconductores requiere mucha agua y electricidad.
El agua disponible en Texas es escasa y durante las tormentas de invierno de 2021, la red eléctrica local se apagó, lo que dejó sin electricidad a las fábricas ya existentes.
Sin embargo, el proyecto Samsung también tiene puntos fuertes.
Mientras Intel intenta prepararse para la producción en masa basada en la tecnología de chips de 7 nm, su competidor surcoreano ya ofrece soluciones con tecnologías más modernas para que las empresas de Samsung puedan ofrecer una fabricación de semiconductores más avanzada en EE. UU.