La demostración del jetpack de la Royal Navy es asombrosa, pero poco práctica

Los motores del jetpack cobran vida y el hombre es capaz de volar. El piloto del Jetpack se lanza al cielo desde la parte delantera de un pequeño bote, antes de aterrizar en la cubierta superior del buque de guerra.

Una vez a bordo, el militar echa una escalera de cuerda a la tripulación, que posteriormente escala y aborda el buque de manera convencional.

Es un truco hermoso, pero también se muestran las limitaciones reales de los jetpack como herramienta militar. Probablemente, puedan ser de utilidad en la ayuda de rescates, aunque no en el ámbito militar.

Fabricado por Gravity Industries, el jetpack es en realidad un sistema de motores. En cada una de las manos del piloto hay un propulsor que se utiliza para mantener el equilibrio y la dirección.

En la parte trasera está el propulsor principal, que es el responsable de lanzar al piloto hacia adelante.

Gravity tiene una velocidad de vuelo de hasta 88 Km/Hora y el sistema vacío pesa alrededor de 28 kilos.

Para volar, se necesita de combustible diésel o para aviones, lo que da potencia para entre 5 / 10 minutos de vuelo.

En la demostración, el jetpack funciona. Es capaz de impulsar a una persona por el cielo y el humano puede autodirigirse lo suficientemente bien.

El uso real del Jetpack

Ahora bien, es difícil entender que cambia este jetpack, a primera vista puede parecer un elemento novedoso para un posible asalto; pero la tecnología, aún tiene unos grandes inconvenientes.

Por un lado, el jetpack es altamente ruidoso. Quizás no más fuerte que todo un barco en el mar, pero lo suficientemente fuerte como para alertar a cualquier persona que se encuentre en cubierta.

La persona que vuela está mayormente erguida, presentando la mayor parte de su torso como un objetivo viable para cualquier enemigo armado.

Los rifles y ametralladoras, las contramedidas anti-jetpack más efectivas, ya abundan en los barcos.

Dada la distribución del empuje y el diseño del sistema de los jetpack, un piloto que intentase volar de perfil (similar al vuelo de Superman) probablemente se arriesgaría a un vuelo inestable y aún tendría que hacer la transición a una posición vertical para aterrizar.

Incluso si el jetpack fuese útil para colocar una escalera en el costado de un barco, la persona con el jetpack es un objetivo demasiado grande, por no hablar del riesgo que involucraría verse en un tiroteo con un tanque de combustible atado a la espalda.

Los militares han soñado con pequeñas máquinas voladoras personales durante más de un siglo. Aún sigue siendo un sueño.

Los jetpacks aún seguirán siendo un elemento básico de los juegos de combate ambientados en el futuro, por lo menos, por ahora.

Sin embargo, el interés militar en las demostraciones de propulsores no debería sugerir un futuro inminente del combate de infantería en tres dimensiones. Ruidosas, caras y con vuelos de corta duración.

Los jetpacks son un gran espectáculo, pero no parecen ser nada útiles a la hora de tener que afrontar un tiroteo, o de entrar en un combate mano a mano.

Por muy notables que sean los jetpacks, la verdad es que ya hay drones voladores mucho más capaces y más baratos que pueden hacer casi todo lo que los jetpack prometen. Como por ejemplo, el dron Puma.

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