Como anticipamos hace días, Facebook ha decidido cambiar el nombre de su empresa a Meta, estoy seguro de que eso ya lo has leído, escuchado y visto en mil lugares.
Por ello, vamos a intentar dar un vistazo más profundo a la situación y las posibles causas del cambio de nombre.
Como cualquier persona que haya intentado iniciar una empresa sabe que la elección de un nombre nunca es una tarea fácil. Más bien todo lo contrario, es uno de los aspectos más complicados.
Existen muchas consideraciones a tomar en cuenta antes de decidir un nombre u otro, como por ejemplo:
- ¿Si están disponibles el nombre de dominio y el nombre en las redes sociales?
- ¿Si existe algún competidor que ya este utilizando un nombre similar?
- ¿Si pueden las personas deletrear, pronunciar y recordar el nombre?
- ¿Si existen interpretaciones culturales o simbólicas que podrían resultar problemáticas?
La lista de razones podría continuar, pero esas consideraciones son aún mayores cuando una empresa ya está totalmente establecida y aún más, cuando tu empresa atiende a miles de millones de usuarios en todo el mundo.
A continuación, vamos a analizar las razones por las que Facebook a cambiado de nombre y además, vamos a analizar algunos cambios de nombre de otras empresas a su vez, analizando las distintas motivaciones que les llevaron a ello.
¿Por qué Facebook decide cambiar su nombre?
Facebook llevó a cabo este cambio de nombre por varias razones, pero la principal es que la marca está asociada irrevocablemente a grandes escándalos.
Facebook ya era una de las empresas de tecnología menos confiable, Mark Zuckerberg fue una vez el director ejecutivo más admirado de Silicon Valley, pero desde entonces ha ido cayendo en desgracia.
Es fácil concentrarse en los desencadenantes negativos del inminente cambio de nombre, pero también hay algo de positivo detrás del cambio.
Por un lado, Facebook reconoce que los problemas de privacidad han puesto en riesgo su principal fuente de ingresos.
Su modelo impulsado por anuncios y construido a partir de los datos de sus usuarios está siendo objeto de un escrutinio cada vez mayor con cada año que pasa.
Además, hay algo de realidad detrás de la exageración del metaverso.
Facebook señaló ya por primera vez al Metaverso en 2014, cuando adquirió al fabricante de cascos de realidad virtual Oculus.
Gran parte considerable de la fuerza laboral de la compañía ya está trabajando para hacer realidad el concepto de metaverso y existen planes para contratar hasta 10.000 personas más en Europa durante los próximos cinco años.
Queda por ver, si toda esta inmensa apuesta va a terminar por merecer la pena en el futuro más cercano.
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Diferentes razones por las que una empresa cambia de nombre
Presión social
Las percepciones de la sociedad pueden cambiar rápidamente y las empresas hacen todo lo posible para anticiparse a esos cambios con anticipación.
A medida que pasa el tiempo, las empresas con problemas negativos evidentes se han visto sometidas a la presión social.
Especialmente en la era de la inversión ASG. La presión social estuvo detrás de los cambios de nombre en empresas como Total o Philip Morris.
En el caso de la primero, se cambio a TotalEnergies y el cambio estaba destinada a señalar el cambio de visión de la compañía queriendo dejar atrás el petróleo y el gas, e incluyendo la energía renovable.
Buscando reiniciar su imagen
Las marcas pueden volverse impopulares con el tiempo debido a posibles escándalos, la disminución de la calidad de sus productos u otras innumerables razones.
Cuando eso sucede, un cambio de nombre es la mejor fórmula de hacer que los clientes se deshagan de las viejas connotaciones negativas.
Los proveedores de Internet y televisión ocupan el último lugar en las calificaciones de satisfacción del cliente, por lo que no he sorprendente que muchos hayan intentando cambiar su imagen mediante un cambio de nombre.
O bien, terminan abriendo empresas filiales con un nuevo nombre e imagen pero que no dejan de ser la misma compañía.
Ampliación del mercado
Es algo común, modificar la marca cuando las empresas atraviesan una rápida expansión o encuentran éxito en ofertas de nuevos productos.
Después de un período de crecimiento, una empresa puede contemplar que el nombre actual sea demasiado limitante o que haya dejado de reflejar con precisión en lo que se ha convertido la compañía.
Existen casos famosamente conocidos, como por ejemplo Apple o Starbucks que han simplificado sus nombres a lo largo de los años:
- Apple suprimió “Computers” de su nombre de marca en 2007.
- Starbucks eliminó “Coffee” de su nombre en 2011.
En ambos casos, el cambio de nombre significó desvincular a la empresa de lo que inicialmente los hizo reconocidos a nivel mundo, para pasar a ser conocidos exclusivamente por su nombre y ganar identidad.
Uno de los mayores cambios de nombre en los últimos años es el cambio de Google a Alphabet, con el que se intentó transmitir la expansión de la empresa más allá del motor de búsqueda y la publicidad en Internet.
Cambio de nombre en los inicios
Otro escenario de cambio de nombre muy común, es el cambio de nombre en una etapa inicial de una compañía.
Existen millones de empresas en el mundo y solamente un número limitado de nombres breves, rápidos y atractivos para los usuarios. Por eso, muchos de los servicios digitales más populares que usamos hoy en día, comenzaron con nombres muy diferentes a los actuales.
El Google que conocemos hoy se llamaba Backrub. Instagram comenzó llamándose Bourbn y Twitter se denominaba “Twittr” antes de decidir añadirle la E que daría su denominación final.
Problemas de derechos de autor
Como se mencionó anteriormente, muchas empresas comienzan como experimentos especulativos o proyectos apasionantes y a veces un nombre bien examinado no es la prioridad en la lista de prioridades.
Como resultado, las nuevas empresas pueden tener problemas con los derechos de autor.
Ese fue el caso de Picaboo, el precursor de Snapchat, que se vio obligado a cambiar el nombre en 2011. Picaboo, una compañía de fotolibros ya existente, no le gustaba compartir su nombre con una aplicación que estaba principalmente asociada con el sexting.
La pelea por el nombre de WWF se dio en un escenario más singular.
En 1994, el Fondo Mundial para la Naturaleza y la Federación Mundial de Lucha Libre tenían un acuerdo mutuo de que esta última dejaría de usar las iniciales, excepto para usos fugaces como “el campeón de la WWF”.
Sin embargo, al final, el acuerdo fue ignorado en gran medida y el problema se convirtió en un punto de fricción cuando la compañía de lucha libre registró wwf.com.
Finalmente, la compañía cambió su nombre de WWF a WWE (World Wrestling Entertainment) después de perder una demanda millonaria.
Cambiar el rumbo
Errar es humano y los ejercicios de cambio de marca no siempre dan en el blanco. Cuando un cambio de nombre se critica universalmente o peor aún, no es relevante, es hora de corregir el rumbo.
Tribune Publishing cambió su nombra a Tronc en 2016 y se vio obligada a dar marcha atrás posteriormente. El nombre fue ampliamente criticado y visto como una fórmula torpe de pasar a los medios digitales.