El Futuro de la Libertad de Expresión por Borja Adsuara

En el marco de la campaña Todos Juntos, la Oficina del Parlamento Europeo en España organizó el pasado mes de Mayo una sesión informativa para debatir sobre el futuro de la libertad de expresión.

El encuentro se encuadro dentro del contexto de la propuesta del nuevo Reglamento de Servicios Digitales (DSA) con Borja Adsuara, experto en derecho y estrategia digital.

Extractos

A partir del minuto 27:50 comienza la rueda de preguntas y probablemente, para algunas personas, puede serles de mayor interés aún que la propia presentación previa.

Algunas frases de la presentación que me gustaría dejar por aquí, son:

  • “..es verdad (que las redes sociales) son empresas privadas, pero se han convertido en espacios públicos gestionados por una empresa privada..” (Minuto 30:04)
  • “..la única forma de defender la libertad de expresión es, ejerciéndola..”, “..hay mucha gente en redes sociales que ya no opina, para no meterse en líos..”, “..Al final, lo peor, es que vamos aceptando que sí, que esta bien no hablar de determinados temas..” (Minuto 46:35)
  • “Si no creemos en la libertad de expresión de quien detestamos, no creemos en ella”. – Noam Chomsky. (1 ? Enlace a artículo de Borja Adsuara)

Reflexión Personal

Desde mi pensamiento personal y no es de ahora, es desde hace ya bastante tiempo, las redes sociales de hoy en día son lo más parecido a un parque público de los finales del siglo XX.

Claro está, es un parque público muy grande, un parque mundial. Un parque que sin lugar a dudas ha crecido aún más, tras la pandemia.

Por tanto, si en un parque público existen unas normas básicas de comportamiento autoimpuestas por la sociedad y además, se supone existen unos mínimos de vigilancia (aunque a veces no sea así) por parte de los “más adultos” o por parte de los cuerpos de seguridad públicos.

¿No debería existir esa vigilancia en los parques públicos virtuales / las redes sociales?

Si seguimos tirando del hilo, respecto a las comparaciones entre tecnologías y vida real. Sin lugar a dudas, las redes sociales de contactos, se han visto convertidas en las antiguas discotecas de los 90.

En las que la sexualización de la mujer siempre ha existido, tratando a la mujer como un cebo de atracción para atraer a hombres con los que lograr hacer un mayor negocio.

No es que se asemeje, es que es un fiel calco de las redes sociales de contactos y el seguimiento a cambio de pago, es lo más parecido que puede existir al típico pagafantas del siglo pasado.

Si siempre se han delimitado las edades de acceso al público menor a los locales de ocio nocturno, ¿Por qué no se hace lo mismo con toda aquella red social que incluya contenido para adultos?

En su defecto, como mínimo, ¿Por qué no se exige el registro de usuarios bajo una identificación real? y en el caso de un/a menor, ¿El registro bajo una identificación real de un adulto?

Conociendo que las redes sociales de contactos, permiten y se subvencionan gracias al sexo / sexualización como máximo atractivo, ¿No se debería de ser más estrictos en su regulación y registros?

¿Por qué se permite entremezclar a menores con contenidos para adultos de forma descarada?, ¿Por qué se permite a una misma URL/red social hacer negocio explicito, entremezclando menores con la inclusión de contenido pornográfico? Véase, Twitter.

¿Alguien se imagina a un local de swingers (intercambio de parejas) o un club de alterne repleto de menores de edad?, ¿Por qué en lo virtual se permite lo que jamás se ha permitido, ni se permitiría en la vida real?

Parece bastante necesario que los registros serios deberían estar implementado por normativa desde hace años; pero sin saberse muy bien porque tipo de razones, es algo que se sigue sin implementar.

Una de las excusas “baratas” es la imposibilidad de hacerlo. Cuando está más que demostrado que es más que posible. De hecho, casi todas las webs que manejan negocios que se deben declarar ante Hacienda, lo exigen.

Se te exige un DNI u otro tipo de documento de identidad e incluso, se exige la autenticación de que eres la persona real que aparece en ese DNI a través de un videollamada.

Al final, la virtualización de la vida real es algo que ha venido para quedarse y por ello, debería estar supervisado en todo momento por el poder judicial y seguramente, también, debería estar bajo algún paraguas ético.

Es curioso que se hable más sobre la ética de la inteligencia artificial que de la ética en las redes sociales, un tema tabú y que cada persona que decide tocarlo, es acusada de ir en contra de los derechos y libertades de los menores; en vez de lo contrario.

¿Qué razones existen para que ese pensamiento esté inculcado en la sociedad?

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