Canción Muñecos de la cantante Emilia Mernes
Ver Más: Galería Emilia Mernes
Letra Muñecos
Cuando acabe la noche y se apaguen las luces todos se van, todos se van, muñecos sin alma como un maniquí, solo están pa posar, pa posar.
Los días complicados nunca veo a nadie pero quieren estar cuando hacemos sold out, quieren sacarme todo vivir de mi sangre; pero esquivar vampiros se me hizo normal.
Todo lo que tengo, ¿Para qué? Y toda esa gente ¿Qué me da? No me estés quitando la energía que no tengo para dar, aunque hay veces que digo ya fue, en el fondo me quiero escapar.
Para qué buscas tocar la luna, si nunca vas a llegar. Quieren que sea un robot, que no haga lo que siento, poca batería ya me queda un diez por ciento.
No hables por mí, sabes que no estamos de acuerdo, no estuviste cuando no había na; yo me acuerdo.
No hay disco de oro, ni de platino, que compren la felicidad. Están blindados, no le entran balas, no tienen sensibilidad.
Detente que no es para siempre y vos estás ausente, no te das cuenta de que la vida te va pasando por enfrente. Otra vez no quiero ver nada, toy desconectada, sintiéndome otra vez tan intoxicada, mi mente encerrada.
Los días complicados nunca veo a nadie pero quieren estar cuando hacemos sold out, quieren sacarme todo vivir de mi sangre; pero esquivar vampiros se me hizo normal.
Todo lo que tengo, ¿Para qué? Y toda esa gente ¿Qué me da? No me estés quitando la energía que no tengo para dar, aunque hay veces que digo ya fue, en el fondo me quiero escapar.
Para qué buscas tocar la luna, si nunca vas a llegar. Quieren que sea un robot, que no haga lo que siento, poca batería ya me queda un diez por ciento.
No hables por mí, sabes que no estamos de acuerdo, no estuviste cuando no había na; yo me acuerdo.
Reflexión de Muñecos
Con Muñecos se reflexiona en la lucha contra la fama y el éxito. Como una persona puede ser capaz de encontrarse en soledad y desconectada a pesar de estar rodeado de gente y cómo las personas más cercanas solo quieren estar cerca cuando las cosas van bien.
La canción también menciona la presión de cumplir con las expectativas de los demás, lo que la hace sentir como un robot con poca energía. A pesar de todo, existe un deseo de escapar y recordatorio de que la verdadera felicidad no se puede comprar con discos de oro o platino.
En resumen, es una reflexión sobre las dificultades de la vida en el ojo público y la búsqueda de autenticidad y la felicidad genuina.