El gobernador del Banco de Inglaterra advirtió sobre aumentos “apocalípticos” de los precios de los alimentos a nivel mundial y dijo que está “indefenso” ante el aumento de la inflación a medida que la economía se ve golpeada por la guerra en Ucrania.
Andrew Bailey dijo que se ha “quedado sin soluciones” al contar las conmociones que enfrenta Gran Bretaña, con los costos desbocados de la energía y los alimentos impulsados por fuerzas del mercado global que escapan a su control.
Los precios están subiendo al ritmo más rápido en 30 años , creando un “choque de ingresos muy grande” que se espera que se intensifique en los próximos meses con un riesgo de inflación de dos dígitos antes de fin de año.
Bailey dijo a los parlamentarios del Comité Selecto del Tesoro que está cada vez más preocupado por un nuevo aumento en los costos de los alimentos si Ucrania, un importante productor de cultivos, no puede enviar trigo y aceites de cocina desde sus almacenes debido al bloqueo ruso.
El gobernador dijo que había hablado con el ministro de finanzas de Ucrania y agregó:
“El riesgo sobre el que voy a advertir puede llegar a sonar apocalíptico, supongo, y ese es la comida.”
“Ucrania tiene comida almacenada pero no puede sacarla en este momento. Si bien el ministro de finanzas se mostró optimista sobre la siembra de cultivos, declaró que en este momento no tenemos forma de enviarlo tal como están las cosas y está empeorando.”
Esa es una gran preocupación. No es solo una gran preocupación para Ucrania, es una gran preocupación para el mundo en desarrollo.
“No soy ni mucho menos un estratega militar, pero cualquier cosa que se pueda hacer para ayudar a Ucrania a sacar su comida sería una gran contribución”.
Es probable que los comentarios de Bailey aumenten la presión sobre el Banco por parte de los parlamentarios conservadores, que están cada vez más exasperados porque no actuó antes.
Muchos expertos creen que la institución actuó con demasiada lentitud al aumentar las tasas de interés cuando los precios se dispararon el año pasado y también ha sido criticada por no reducir su programa de emisión de dinero durante la última década.
Es probable que la evaluación sombría también aumente la presión sobre el Tesoro para que realice un presupuesto de emergencia para abordar la crisis del costo de vida, después de que Rishi Sunak decidiera aumentar los impuestos al mismo tiempo que se reducían los ingresos.
Los precios de los alimentos, ya están aumentando en Inglaterra debido a los temores sobre la interrupción del suministro por parte de Ucrania.
Ucrania se encarga de suministrar cereales a gran parte de Oriente Medio y existe el riesgo de que las familias no puedan permitirse el lujo de comer a menos que se encuentre una solución.
Los precios del trigo subieron hasta un 6 por ciento, este último lunes.
El Gobernador, también admitió que el Banco de Inglaterra tiene pocas esperanzas de llevar la inflación de regreso a su objetivo del 2%, con precios que ya subieron hasta un 7% y se espera un nuevo aumento durante los próximos meses.
Cuando los parlamentarios del Comité Selecto del Tesoro le preguntaron si se sentía “indefenso” para controlar la inflación, Bailey declaró: “Sí”.
Él declaró: “Es más que incómodo, estoy tratando de pensar en una palabra que sea aún más severa que eso, es un lugar muy, muy difícil para estar ahora mismo.”
“Pronosticar una inflación del 10% y decir que no hay mucho que podamos hacer sobre el 80%, puedo decirles que es un lugar extremadamente difícil en el que estar; tenemos que reconocer la crueldad de la realidad en la situación a la que nos enfrentamos”.
La política tradicional requiere que el Banco aumente las tasas de interés para combatir la alta inflación, lo que funciona elevando los costos de endeudamiento y ralentizando la economía nacional.
Pero la mayoría de los aumentos de precios actualmente provienen de los mercados globales, por lo que esto tendría poco efecto a corto plazo.
Una vez que haya pasado el shock del precio de la energía, espera que la inflación vuelva a caer al 2% aunque nadie puede asegurar eso.
Hasta ahora, el mayor impacto en el Reino Unido ha sido el aumento de las facturas del gas y unos precios más altos en la gasolina, lo que podría empeorar aún más dependiendo del suministro de combustibles fósiles de Rusia.