Apple ha acumulado tanto poder a lo largo de los años que hoy en día es fácil pensar en ella como un Estado-nación.
Comenzó el año con una valoración de alrededor de 3 billones de dólares, una suma lo suficientemente grande como para ubicarlo entre los 10 países más ricos del mundo por PIB. Su campus Infinite Loop en Cupertino, California, parece una isla en sí misma. Los desarrolladores y proveedores están sujetos a sus estrictos códigos.
Sus decisiones afectan en última instancia a los más de mil millones de consumidores que forman la base poblacional de usuarios de iPhone.
En otras palabras, la República de Apple ejerce un poder con el que la mayoría de las empresas sólo pueden soñar. Pero ese poder está a punto de afrontar una de sus pruebas más duras hasta el momento.
Apple está bajo ataque en tres de sus frentes más importantes: su posición como una de las empresas más poderosas del planeta enfrenta amenazas en Estados Unidos, Europa y China.
Apple cumple con su rival
Apple enfrentó un momento de ajuste de cuentas el jueves cuando el gobierno de Estados Unidos anunció su tan esperada demanda contra el gigante tecnológico. Fue acusada de mantener ilegalmente un monopolio sobre el mercado de teléfonos inteligentes.
Es un caso que recuerda la innovadora batalla antimonopolio que enfrentó a Estados Unidos y Microsoft en los años 90, cuando Apple ahora tiene que defenderse de las acusaciones de que ha abusado de todo el poder que ha acumulado.
Entre las afirmaciones más importantes en el caso del Departamento de Justicia de EE. UU. estuvo la sugerencia de que Apple perjudicó a los desarrolladores al reducir el 30% las descargas de aplicaciones de la App Store, así como afirmaciones de que dificultaba que los consumidores abandonaran su ecosistema.
Apple ha dicho que se “defenderá vigorosamente” de las acusaciones y que la demanda en sí amenaza “los principios que distinguen a los productos Apple en mercados ferozmente competitivos”.
La compañía también dijo que la demanda corría el riesgo de obstaculizar su capacidad para crear los dispositivos seguros que, según dijo, sus consumidores esperaban.
Sin embargo, Estados Unidos no es el único gobierno que adopta esta postura.
La Unión Europea también ha entablado una batalla con Apple por prácticas que, según afirma, le han permitido a Apple actuar como un guardián injusto de su App Store.
Este mes, Apple se vio obligada a realizar cambios drásticos en su App Store para cumplir con la Ley de Mercados Digitales de la UE, que fue diseñada para frenar el poder de las grandes tecnologías.
Los cambios realizados por Apple incluyen ajustes en la forma en que obtiene una parte de las aplicaciones descargadas de la App Store en el bloque, además de permitir el lanzamiento de tiendas digitales de terceros en iOS.
Pero la cosa no se detiene ahí.
Según un informe de Bloomberg del jueves, la Comisión Europea se está preparando para anunciar una gran investigación sobre Apple, así como sobre Google, mientras busca determinar si los gigantes tecnológicos están cumpliendo con la nueva ley.
Los desarrolladores se han quejado de que los cambios de Apple hacen poco para diluir su poder, ya que todavía tiene voz sobre qué tiendas de aplicaciones de terceros pueden ingresar a su sistema operativo, por ejemplo.
Más allá de los problemas legales, Apple enfrenta una inmensa presión en China, quizás su mercado internacional más importante.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, estuvo en China esta semana para abrir la octava tienda minorista de la compañía en Shanghai y planea visitar el equivalente de Davos en Beijing este fin de semana. Sin embargo, es una visita que no es sólo para diversión y juegos.
Apple ha estado luchando contra la caída del interés en los iPhones en China desde principios de año, con una caída de las ventas del 24% desde principios de año, según una investigación de Counterpoint.
Esto se debe a la creciente competencia nacional de empresas como Huawei, que lanzó un teléfono inteligente 5G el año pasado llamado Mate 60 Pro para alejar a los consumidores chinos de los iPhone.
Si las empresas tecnológicas chinas logran cada vez más persuadir a los consumidores a comprar sus teléfonos, esto podría significar problemas para Apple en un mercado que Cook valora.
En su último trimestre, unos 20.800 millones de dólares de los casi 120.000 millones de dólares en ingresos de Apple durante el período provinieron de la Gran China.
Apple claramente está siendo exprimida por todos lados ahora. La forma en que maneje este momento puede determinar su poder en las próximas décadas.